jueves, 22 de agosto de 2013
miércoles, 3 de julio de 2013
domingo, 28 de abril de 2013
RESEÑA DE LA PROYECCIÓN EN EL TINACALITO
La información que tenía a la vista en la pantalla de mi laptop no podía ser mejor. La noticia era, ni más ni menos, que El Tinacalito se vestiría nuevamente con sus mejores galas. La organización de un futuro evento estaba más que confirmada y se me había hecho llegar la invitación. Para el sábado 20 de abril tenía preparado un programa que se veía a todas luces muy sugerente para pasar una muy buena tarde: la proyección del más reciente trabajo audiovisual a cargo del Colectivo El Tinacal sobre las huestes pulqueras que habitan en esta ciudad, sabroso y refrescante fermentado de Hidalgo, rica botana en abundancia y por si fuera poco, una fiesta de cumpleaños a celebrarse. Se justificaba mi presencia. Así que sin pensarlo dos veces, de inmediato hice click en el lugar donde destacaba la palabra “participar”.
Como no hay plazo que no se cumpla, llegado el día señalado, con entusiasmo salí de mi hogar a tan prometedora cita. Después de sortear de forma temeraria los trabajos de construcción de las transitadas arterias del periférico por esta zona del poniente de la ciudad, que dice la autoridad son necesarias y útiles para generaciones futuras (pero seguramente muy futuras, pues sinceramente no se ve cuando puedan acabar) pude llegar entero a la estación del metro Tacubaya. Alrededor de 40 minutos tarde en trasladarme hasta el otro polo conocido como Pantitlan. ¡Como arreciaba el calor! Mis amigos Alejandra y Ángel, junto con un grupo de personas, ya estaban esperando; así que sin más, nos dispusimos a ponerle pies para completar lo más rápido posible el último tramo del recorrido.
Inmediatamente, al atravesar las puertas del Tinacalito, sentí como la felicidad invadía mi cuerpo, un olor a fermento delicioso perfumaba todo el ambiente del lugar. En su interior, contagiados con la misma aptitud, ya se encontraban varios camaradas de los que nos siguen a nuestros eventos de manera cotidiana, al igual, que algunos asiduos parroquianos a la pulcata. Los queridos anfitriones, la familia Canales Ortega, nos recibieron con tres curados para empezar a libar. Los sabores fueron avena, piña y jitomate; además de un pulque natural realmente sabroso. Una rica botana consistente en chicharrón en salsa verde y unos picosos chilaquiles también se disfrutaron con singular aprecio. Después de unos refrescantes tragos acompañados de una buena tanda de tacos, se dio paso a una de las actividades que se tenían planeadas. En esta ocasión, se pusieron a la venta diversos suvenires, material fruto del trabajo que ha venido realizando el Colectivo, entre los cuales había mapas, stickers, jícaras y algunas otras artesanías.
De manera simultánea, la variedad musical inició de la mano de mi amigo (conocido ahora como el “sinrasta”); con un par de monedas de 5 pesos, se encargó de poner a funcionar a la rocola. Las mañanitas, entonadas por Pedro Infante, fueron lo más indicado para la ocasión; en adelante, los ritmos se fueron alternando conforme transcurría la tarde y que servían para que el ambiente se fuera prendiendo poco a poco. Seguían los tragos para refrescarnos, pues el calor no daba tregua. De pronto, alcancé a distinguir a mi amigo Diego platicando con uno de los clientes que suelen visitar de forma frecuente la pulquería. Era el Gato Montini. ¿El Gato Montini? ¡Sí, el mismo!, aquel viejo referí de lucha libre, que después de haberle dado la vuelta al mundo por su trabajo y de estar hace algunos años viviendo en el retiro, se encontraba entre nosotros, tomando del licor de las verdes matas. Por varios minutos tuvimos una conversación muy amena con este personaje, entre otras tantas cosas, nos platicó sobre la afición pulquera de varios luchadores. ¡Vaya, de las cosas que uno se viene a enterar en el Tinacalito!
Pero lo mejor estaba por venir, era el momento de alistar todo lo necesario y dar inicio con la anunciada proyección de videos, todos obra de nuestro compañero Ángel Alemán Torres. ¡Así que a disfrutar!
Luces, cámara, llanta y rin…
Fueron alrededor de 30 minutos en los que la conjunción de imágenes, música y sonido acapararon nuestra completa atención sobre la pantalla; todo a través de una tercia de videos titulados Pulquería el Tinacalito, Celebración a la Santa Muerte y Proyecto los 400 conejos, donde tuvimos la oportunidad de conocer las emociones, pensamientos, ideas y experiencias de las personas que le han dado existencia a esta singular pulquería del oriente de la capital. Muy acertada me pareció la composición de las historias, calculadas al milímetro y que logran transmitir con fuerza su mensaje principal: personas normales que aman al pulque y la pulquería. Admirable descubrir el cariño que profesan por esta bebida de raigambres ancestrales, y por un lugar que se ha convertido en íntimo terreno donde han dejado parte importante de su vida. Al final, la reacción de la gente fue aprobatoria ofreciendo un gran aplauso por lo antes visto. Enseguida, por iniciativa del camarada Ángel, se organizó una dinámica muy amena entre los asistentes; una charla donde se pudieron compartir diversos puntos de vista relacionados con las experiencias que genera a cada uno este tipo de trabajos de investigación, que al final, tiene como objetivo recopilar información para crear un “archivo de la memoria”, donde quede plasmado para la posteridad las vivencias de nuestras queridas pulquerías que poco a poco se van perdiendo por la vorágine que provoca esta gran ciudad.
Decididos a seguir pasándola bien, continuamos dando rienda suelta a la celebración. La algarabía pulquera brotaba como espuma sobre barril y los ritmos de la música tropical dominaban el ambiente invitando a mover todo el cuerpo con una buena pareja. Mi amiga Blanca me concedió ese placer y fuimos los encargados de abrir la pista; acto seguido, todo mundo se contagio y se empezó a recrear con el mismo gusto dándole duro y tupido al baile. Para esos momentos, bajo el cobijo de las luces nocturnas del lugar, la convivencia estaba en su mejor punto. En estas condiciones tuve la oportunidad de seguir conociendo a más personas, fue el caso de encontrarme con Elizabeth Pita, la pura onda esa chava. Continuamos saboreando del pulque, jarras tras jarras seguían llegando a nuestra mesa. Los grandes recipientes colocados sobre la barra que contenían el curado, y que por la tarde se encontraban llenos, a estas alturas estaban casi completamente vacios. Ya bien encarrilados le seguimos dando gusto al gusto. De pronto, unos acordes musicales de puritita banda sinaloense comenzaron a llegar a nuestros oídos, de inmediato, hicieron que de nueva cuenta mi amiga Blanca me llevara al centro de la pista para el dancing, donde ella lucio sus mejores pasos, imagen que daba gloria verla.
El día se terminaba. La celebración había sido muy significativa y a la vez bastante intensa; solo unos cuantos de los fieles invitados quedaban en pie para continuar con la juerga. Por mi parte, era hora de retirarse, esos sí, cargado de la misma alegría con la que llegue, pero ahora, multiplicada al doble, y bien orgulloso por la marcha llevada hasta estos momentos por el Colectivo, que evento tras evento va consolidando su labor de investigación y difusión en torno a la cultura pulquera desarrollada en esta ciudad.
Quiero agradecer a todos por su estupenda compañía saboreando las deliciosas mieles del néctar nacional, pero en esta ocasión, muy en especial a mi amigo Ángel, por ser el cumpleañero.
¡Nos vemos pulqueros de corazón, alístense porque vienen más y mejores eventos!
Texto y fotos: Rodrigo García
martes, 2 de abril de 2013
RESEÑA DEL PRIMER FESTIVAL PULKEARTE
Últimamente hemos sido testigos de como se han venido multiplicando eventos pulqueros por todas partes. El interés mostrado, cada vez por más personas y agrupaciones sobre el tema, resulta ser bastante halagador por donde quiera que se le vea; razón por la cual, para los que somos fieles seguidores del néctar de los dioses, nos da enorme gusto la creación de un nuevo festival: “PULKEARTE”. Evento que tuvo su primera edición el sábado 30 de marzo en el municipio de Coacalco. La organización corrió a cargo del Colectivo IKUH, una asociación que cuenta con 5 años de vida dedicándose a realizar diversos encuentros culturales, en busca de crear conciencia que fomente el consumo de la cultura y las artes en Coacalco y todo el estado de México.
A partir de las 11:30 hrs., de una mañana bastante soleada, los interesados en cuestiones de cultura y arte relacionadas al pulque, nos empezamos a dar cita a las puertas del auditorio municipal. Con el respectivo donativo en mano (que podía ser 1 kg de fríjol o arroz) ingresamos de manera controlada y muy ordenada a este recinto, que por todo un día, se transformaba en un enorme templo consagrado a la diosa Mayahuel, la madre nutricia, la de los 400 pechos, para alimentarnos física y espiritualmente con todas y cada una de las actividades que tuvieron a bien realizarse.
Una ceremonia de danza prehispánica, para solicitar la armonía del lugar y de los presentes, fue la encargada de abrir las actividades del basto programa anunciado. En voz de Noé Benítez Lira, presidente del Colectivo IKUH, se realizó la ceremonia inaugural del evento; palabras que sin duda invitaron a la reflexión, donde se hizo énfasis en lo necesario de preservar nuestra herencia cultural, legado invaluable de nuestros pueblos antepasados. Enseguida, comenzó la retroalimentación con las diferentes expresiones culturales previstas; así logramos disfrutar de exposición de arte, lectura de poesía, una buena charla en relación al pulque y de diferentes géneros musicales interpretados tanto por solistas como bandas; entre los que pudimos escuchar fueron el rock, pop, reggae, rap, hip-hop y baladas. Actividades artísticas que se gozaron de principio a fin para beneplácito de la gente que asistió al enorme recinto ubicado en el municipio de la “casa de la serpiente”.
El placer inmenso que tuvimos de libar las mieles de Mayahuel corrió a cargo de nuestros amigos de Pulque Noche Azul de Tlalnepantla, edomex. La casa preparó para esta ocasión unos apetitosos y deliciosos curados, los sabores que se pudieron disfrutar fueron: coco, guanábana, apio, fresa, guayaba, entre otros tantos más; agasajo perfecto para toda la raza pulquera amante del buen néctar de los dioses. Tanto así, que una primera tanda de varios curados se terminó en solo un par de horas, por lo que fue necesario, traer una recarga más de octli para seguir satisfaciendo a las sedientas bocas que lo reclamaban hoy más que nunca. Por cierto, un agradecimiento a esta familia de pulqueros por molestarse en traerme pulque natural del “fuerte”, directo de Singuilucan, Hgo., y no dejarme con las ganas de probar tan suculento manjar.
Las horas continuaban su marcha en el reloj y la afluencia de personas no paraba de aumentar. La mayoría eran grupos de jóvenes despabilados que daban el toque festivo al ambiente, buscando sobre todo, pasar una buena tarde entre pulque y música; sin dejar de mencionar, que podíamos ver la presencia de familias enteras disfrutando a sus anchas de las actividades que se presentaban en el lugar. Para estas alturas, la convivencia se encontraba en su punto ideal en todo el auditorio; con un ambiente relajado, aproveché para hacer nuevos amigos, con quienes pude compartir diversos puntos de vista relacionados a las experiencias pulqueras que han tenido cada uno de ellos. Entre música, charla y muchos tragos de pulque que resbalaba por la garganta, transcurría a plenitud la tarde. ¡Qué sabor! ¡Qué sabor! ¡Qué sabor!
FOTO: Afroin Photography |
La luz del sol daba paso a la noche. El germen de alegría, con el que se inició todo desde mediodía, no disminuía sino todo contrario, seguía brotando por todas partes manteniéndonos bien encandilados. Parecía que los mismísimos dioses del pulque estaban encantados que se realizara un festín en su honor, y que gracias a su tutela todo había salido a la perfección, de forma estupenda y a pedir de boca. Un mosaico pletórico de gente “pulkearteada” disfrutaba hasta los últimos momentos con una aptitud inconmensurable, para un cierre fabuloso, lleno de buena energía y de rostros contentos. Conforme la noche avanzo, las almas henchidas con la bebida de los dioses, empezaban a despedirse buscando la puerta de salida, con lo mejor de todo: una sonrisa dibujada en los labios con sabor a pulque.
Finalmente, los números no dejan mentir, “más de 150 artistas en escena, 800 asistentes transitorios y 650 kg de ayuda”. Señal inequívoca que este enorme reto se había cumplido satisfactoriamente. Gracias a este tipo eventos, el patrimonio cultural común, propio y distintivo que nos pertenece -diversificado en múltiples formas de expresión-, generado en el interior de nuestros mismos barrios, ese que muchas veces se nos escapa a nuestro conocimiento, puede florecer y estar al alcance de toda la comunidad. Al igual, quedo demostrado que los lazos de solidaridad entre nuestra sociedad, son inagotables cuando se llevan a cabo por una noble causa. Este gran esfuerzo realizado por del Colectivo IKUH es motivo para celebrarse, sin lugar a dudas.
¡Vengan más festivales de pulque!
Texto y fotos: Rodrigo García
miércoles, 13 de marzo de 2013
RESEÑA DEL 13º
TOUR PULQUERO: EL REY DEL VALOR
Por:
Paul Jiménez Báez[1]
y Rodrigo García
Fotos:
Diego A. Mata y Paul Jiménez
Colectivo el Tinacal, Pulque Nuestro, Pulquimia y Proyecto Óxido, hicieron de las suyas
nuevamente al organizar el primer tour pulquero del año 2013 por los rumbos del
popular barrio de Tacubaya.
En esta ocasión, tuvo lugar a
celebrarse el día sábado 16 de febrero, donde se visitaron tres pulquerías:
- La Gloria (Sóstenes Rocha, esq. Barranquilla, col. Daniel Garza,
delg. Miguel Hidalgo)
- La Gloria
(Camino Real a Toluca, esq. Ruiseñor, col. Bellavista, delg. Álvaro Obregón)
- Las 4 milpas (Antigua vía a la Venta esq. Michoacanos, col. Isidro Fabela, delg.
Álvaro Obregón)
Daban las 11am de la
mañana y en la estación del metro Constituyentes se comenzaban a congregar
personas ya conocidas, además, de otras que visitaban el tour por primera vez.[2]
Una buena cantidad de neutlenautas se dejó llegar para saborear de ese manjar
digno de dioses. Mientras Rodrigo AKA el
cancerbero de la experiencia,[3]
se adelantó a la primera pulquería a visitar, para supervisar que todo
estuviera en óptimas condiciones para recibir a nuestros invitados.
A los 25 minutos
después de la hora, nos dispusimos a salir de las tremendas profundidades del
la línea 7, tal y como lo hicimos en el tour pasado (que fue en la zona de la Pensil ). De hecho, unas
tomas muy similares de la gente ascendiendo de las escaleras eléctricas se
pudieron tomar. Una vez en la entrada del metro, Ulises Ortega AKA el gurú de la tomadera, nos compartió
datos históricos sobre la zona de Tacubaya, destacando las batallas y la
toponimia. Yo me limité a agregar otros significados de Tacubaya, así como
reflexionar sobre la construcción de la zona y ampliación urbana mediante ejes
viales y segundos pisos, que además de comunicar, también sirven para marginar
a las zonas populares.
PJB |
DAM |
Salimos del metro y
la colonia Daniel Garza en su sector “ampliación” nos recibía con un poco de
frío. Mientras nos dirigíamos a La
Gloria , pasamos por la casa-taller del arquitecto Luis
Barragán. Hicimos una pequeña escala en dicho inmueble que es la única
“casa-habitación” en América Latina con el título de patrimonio de la
humanidad. Ángel Alemán AKA el sensei de
amor, dio una breve explicación del inmueble que por fuera luce descuidado.
DAM |
Después de caminar unos
cuantos metros, llegamos al periférico con su segundo piso y triste color gris
que combinaba con el cielo. Nuestro primer destino se encontraba del otro lado
del peligroso arroyo vehicular. Cruzamos de manera temeraria mediante un puente
hechizo. Más de uno pensó que se podía desbaratar en cualquier momento. Parecía
incluso que quienes construyeron el puente se burlaban de nosotros, lo comento
por el letrero con la leyenda “PRECAUCIÓN. Use el pasamanos al subir o bajar
por las escaleras”, y ¡ningún pasamanos había!
PJB |
Incluso, se rescató
un celular que había caído. El contingente de sedientos asistentes pulqueros,
se detuvo por unos minutos, pero la operación del rescate del teléfono, fue
exitosa. Mientras caminábamos por la calle que nos lleva justo a la esquina
donde se encuentra La Gloria ,
dos caras conocidas se asomaban por las puertas de vaivén de la pulquería:
Rodrigo y Lalo AKA el hombre más guapo
del Perú.
DAM |
En la primer
pulquería la jicarera, conocida por el rumbo como la “Pájara”, nos esperaba con un sorprendente menú de
curados: vino tinto-clericot (que nos advirtió, tenía un poco de Bacardí),
pepino y mamey. Todo traído desde Apan, Hidalgo. El natural francamente no era espectacular,
pero saciaba las tremendas ganas de octli. De repente una figura conocida
atravesó el departamento de mujeres en uso para traer el primero de
innumerables –como los centzontotochtli– guisados: Don Ramón Moyeda, quien
además es propietario de De Puro Vacilón.
DAM |
Cual niño rata, fui
por las papas enchiladas[4]
y luego por las migas, mientras Rodrigo por las tortillas. Nos expropiamos la olla
para colocarla en la mesa que está en la segunda pieza de la pulquería. Los
asistentes no pudieron resistir a probar dichos platillos que dicho sea paso, se
llevan muy bien con el pulque. Probé las migas por primera vez en la vida.
A pesar de que no
hay rocola en esta pulquería, la convivencia no se vio mermada en ningún
momento. Aprovechando que la música no podía interrumpir las palabras, se armó
un momento de convivencia íntima entre todos los asistentes. Me explico: se
invitó a las personas a comentar sobre sus experiencias con el pulque y demás.
Como es bien sabido, muchos asistentes jóvenes tuvieron su primer acercamiento
con el pulque gracias a sus abuelos. Dicha afirmación, sirvió para que Nelly
comentara sobre la “generación perdida” de nuestros padres en los asuntos
pulqueros. Una asistente, amiga de Ulises, señaló algo por demás importante: el
hecho de que también se debe considerar la parte negativa del pulque y la
pulquería, es decir, los problemas de su abuso y los problemas sociales y
familiares que puede generar. Sin embargo, dicho comentario donde – digamos –
se hace alusión a “la parte oscura” del pulque, me motivó a realizar una
reflexión ante la atención de la concurrencia: “Yo creo que lo importante aquí es
tener muy clara la diferencia entre el uso y el abuso del alcohol, entre el
estilo de vida y la enfermedad”. Desatándose los aplausos de la gente.
Dicho momento de
conocernos y platicar entre los asistentes, hacía varios tours que no se
realizaba por dos motivos: la música, el ruido y la algarabía no lo permitían;
aunado al número de asistentes. No es que en este tour no hayan ido muchas
personas (entre 45 y 60 aproximadamente), simplemente ayudó mucho que no haya
habido mucho ruido. Después Don Ramón se permitió un momento con nosotros y nos
platicó sobre su historia en el mundo del pulque. Sobre las pulquerías que
tuvo. Sobre el interesante caso de la pulquería El Gran Tecolote – que por
cierto hay una especie de maqueta de dicha pulquería detrás de la barra de La Gloria – que sirvió para que una niña perdida pudiera
regresar a su casa en los rumbos de avenida Tláhuac, ya que ella refería vivir
donde estaba el tecolote…
DAM |
DAM |
El tiempo avanzaba y
teníamos que ir hacia nuestra segunda pulquería también llamada La Gloria en la colonia
Bellavista. Agradecimos la atención del personal de la pulquería, no sin antes
solicitar que saliera a tomarse la foto del recuerdo, “pal Facebook”.
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Don Ramón invitó
pulque a parte del tour, quienes llegaron poco después a la segunda pulquería. Al
final, todos salimos muy contentos de
esta primera estancia, con la esperanza de que todavía por un largo tiempo esta
pulquería pueda seguir ofreciendo sus servicios a quien así lo requiera.
A pie, nos dirigimos
hacia avenida Observatorio. Pasamos justo donde ocurrió la mítica pelea de “Los
Panchitos” en la película del mismo nombre, para después adentrarnos entre las
calles de la colonia hacia el inmueble con la particular fachada de azulejos.
Cuenta la gente que
acá en Bellavista, hace algún tiempo, podías caerle con suma facilidad a El
Infierno, con tan sólo caminar algunos pasos más, llegar a El Purgatorio y, terminar sin problemas tu trayecto, siendo
recibido en La Gloria. Tres de las
muchas pulquerías que existieron por estos rumbos. Sin embargo, las cosas han
cambiado… La única pulquería que ha resistido los embates del tiempo, de las
antes mencionadas es: la
Gloria.
PJB |
Al interior, ya nos
estaba esperando Panchito, jicarero del lugar con su agradable sonrisa, así
como Don Carlos AKA El Dientes, trabajador y mesero. Panchito nos platicó que
desde muy morro llegó a laborar este lugar y de inmediato supo que su camino en
la vida era ser pulquero, de eso hace ya
más de 30 años.
Los asistentes
pasaron a ocupar sus asientos a lo largo del amplio espacio. Otros se dirigían
al baño y la barra se veía invadida por jóvenes amantes del licor blanco, de la
leche de Mayahuel, aunque no precisamente fuera de color blanco dados los
sabores del curado: avena, apio y limón. Por cierto, en la barra se destacaba un tremendo molcajete que
contenía un rico pico de gallo pa’ taquear duro y tupido.
DAM |
Ahora sí, contando
con rocola, el asunto se empezaba a
prender de lo lindo. No pasó mucho tiempo para que algunos parroquianos del
lugar se integraran al ambiente que genera el tour pulquero. “Panchito, súbele
a la rocola por favor”, pedían unos, mientras otros no paraban de programar sus
canciones en el moderno aparato. El pulque surgía sus efectos y
permitía, cada vez más, brotar ese
germen de alegría de quien lo consume.
DAM |
Mi teléfono sonaba y
salí a contestar. Era una chica que nos contactó por la página del evento y que
no pudo llegar a la primer pulquería por cuestiones laborales y que ahora, me
preguntaba dónde estábamos para integrarse al recorrido. Después de unas breves
pero claras indicaciones, llegó acompañada de su esposo y amigos. No fueron los
únicos que llegaron justo en la segunda pulquería aumentando el número de asistentes.
El ambiente era
realmente festivo, la gente se abrazaba, otros no paraban de bailar, otros no
dejaban de tomarse fotos con conocidos y “desconocidos”, la gente iba y venía
de los sanitarios, y por supuesto, otros no paraban de acercarse a la barra. Total, era un ir y venir constante de vasos y jarras
de sabroso pulque. A estas alturas toda la pandilla pulquera se sentía a sus
anchas en la mismísima Gloria, irremediablemente atrapados por este lugar en
donde – aproximadamente – las dos horas que pasamos, nos parecieron en realidad
muy pocas para sesear nuestro apetito fiestero. El comité organizador nos
reunimos de manera express para
planear la manera precisa de indicar la señal, para dirigirnos a la última
pulquería del recorrido. Y es que los minutos corrían y se hacía tarde. Las
tres llamadas que gritó Ulises, de poco sirvieron para que los asistentes se
alistaran para salir. ¿La manera? Salimos a tomarnos la foto grupal de la
segunda pulquería. Todos enfrente de la fachada. En perspectiva, se veía cómo
la asistencia había aumentado, incluso, una patrulla al ver a tantas personas
fuera de la pulquería se detuvo a investigar qué ocurría.
DAM |
Y aunque Panchito
salió cuando parte del tour ya estaba abordando los camiones para subir al
cuernito donde está Las 4 milpas, una minúscula comitiva regresó para la foto
con el jicarero.
DAM |
Fueron
aproximadamente 3 o 4 camiones en los que subimos “rumbo a Santa Fe”. El
ambiente festivo se percibía de camión a camión. En el que yo me fui con
algunas personas, un payaso se subió a llevar a cabo su rutina humorística,
destacando un comentario sobre la pulquería. No tardé en sacar una postal para
él, por dicho comentario digamos, poco común.
PJB |
Así pues, llegábamos
a la tercera y última pulquería de este tour, ubicada en el barrio conocido
como “El Cuernito”, muy cerquita del antiquísimo pueblo de Santa Fe. Después de
haber iniciado por las entrañas de
Tacubaya y de varias horas de trajín, concluíamos en este lugar, solitario
rincón pulquero que ha sabido sobrevivir al extremo poniente de la ciudad.
Un par de metros
antes de la pulquería, ya se veía la labor de difusión del evento en una casa
cercana. Las ganas se desbordaban ante tal hecho y el paso se apresuró. Estuvimos
encantados de entrar a este lugar con ese olor a fermentación entre ácido y
dulce recibiéndonos de golpe. Directo de Nanacamilpa, Tlaxcala, teníamos todo
este néctar a nuestra disposición. Aniceto, jicarero del lugar, no se daba
abasto… la barra estaba invadida de jóvenes que pedían curado de piña o de
avena y otros más aventurados, cubetas de natural.
DAM |
Sabíamos que la
botana sería muy especial en esta pulquería, y después de unos minutos, un
espectacular ceviche de camarón acompañado con tostadas se aparecía. No duró ni
media hora, y es que, al probar esas tostadas sólo pude expresar dos palabras:
¡Qué sabor!
Cuál sería la
sorpresa cuando después de un rato, apareció un nuevo platillo, esta vez, era
ceviche de camarón, ostión y al parecer cangrejo. Las bocas con sabor a pulque
y mariscos se acercaban a la mesa de la comida para repetir, eso sí, todos bien
formaditos.
DAM |
Una rocola de las antigüitas
pero muy escandalosa, fue suficiente para continuar con la diversión. El baile
de parejas comenzó a aumentar hasta más no poder. A estas alturas, los lazos de unión se
intensificaron cada vez más entre los asistentes. Las condiciones permitieron
que todos gustosos compartieran a una sola voz de las canciones, del baile, de
sus bebidas, ¿y por qué no? De algo más.
Como bien lo dijeran los oriundos de Tacubaya:
Sol no entiendes lo que pasa aquí
esto es la noche,
y de la noche son
las cosas del amor…
el corazón a media luz
siempre se entregara.
La gente seguía
llegando al tour, y claramente se observaba que éramos más que al principio. El
baile colectivo, los gritos, los “¡Salud!”,
los vasos que se invitaban unos a otros, la constante fila del baño de damas,
etc., eran cuestiones que nos indicaban que una vez más, lo habíamos
conseguido. Aniceto y su hija, no podían ocultar su alegría ante el ambiente
que se había gestado en la “Gran pulquería. Las 4 Milpas”.
PJB |
Porque hay que recordar que el propósito
principal de nuestros tours es dar a
conocer a las pulquerías vivientes de la Ciudad de México, de ver como aún hay pulquerías
funcionando prácticamente a lo largo y ancho de la ciudad, formando todavía
parte de las tradiciones y actividades de un México contemporáneo, “posmoderno”.
Si bien las pulquerías guardan una serie de elementos en común, cada una ellas
es diferente, tiene sus propias características, goza de una personalidad
única. Cada una ha adquirido un peso específico histórico, social y cultural que
las distingue de las demás. Vale la pena visitarlas y no dejarlas morir.
Cayó la noche y
algunos se retiraban. Otros en la mesa compartían pulque y cerveza. Aniceto nos
invitó un desempance y los flashazos
no se hicieron esperar. Al final, nos
dispusimos regresar a nuestras casas o tal vez a seguirla. El metro Tacubaya
nos esperaba para dicho fin.
DAM |
[1] AKA El
chamán de lo sexy.
[2] De hecho,
desde los días previos varias personas manifestaron que como nunca habían ido
al tour, eso les representaba una especie de impedimento porque no conocían a
nadie. Yo les comenté que todos pasamos por ese momento: siempre fuimos
primerizos y desconocidos para los demás. Al día siguiente alguien comentó en
el FB: “Llegué sólo y salí con nuevos amigos”.
[3] También conocido como el murciélago magueyero.
[4] O chile en
papas.
lunes, 11 de marzo de 2013
La Tlahuanca
El cuarto lunes de cuaresma en
Cholula, Puebla, se realiza la misa de la Tlahuanca,
que en náhuatl significa “embriaguez”, y está relacionada con la anulación de
la vigilia y abstinencia ese día por ley canónica desde el siglo xii.
Según José de Jesús Luis Quiróz, uno de los organizadores, la festividad se lleva a cabo a
partir de una mayordomía circular compuesta por los diez barrios de San Pedro Cholula:
San Matías Cocoyotla, San Juan Texpolco, San Cristóbal Tepontla, La Magdalena
Coapa, San Pablo Tecamac, San Pedro Mexicaltzingo, Jesus Tlatempa, San Miguel
Tianguisnahuatl, Santiago Mixquitla y Santa María Xixitla. Cada mayordomía
porta un cetro con la imagen de su santo patrón. Y año con año a un barrio
específico le corresponde ser el anfitrión e invitar a los demás que funjan
como “alumbradores”, quienes custodian la llama de un cirio durante la
celebración.
Al medio día se concentran todos
los mayordomos y caminan en procesión hacia la capilla de los naturales, acompañados
de música de banda, andas con imágenes de bulto, estandartes y arreglos
florales. A la una de la tarde se celebra la misa dedicada a San Pedro de las
Ánimas, y al concluir se efectúa una procesión dentro de la capilla acompañada
de música, cuya particularidad es el toque de un instrumento en forma de trompeta
llamado tochacatl, cuyo nombre
significa “caña de conejo“, y está elaborado de latón, y se toca sólo durante
las celebraciones de la cuaresma.
Desde hace tres años se ha
impulsado realizar esta festividad con pulque, ya que anteriormente se ofrecían
otro tipo de bebidas embriagantes. Se regalan aproximadamente 300 litros de
pulque procedente de Altzayanca, Tlaxcala, y se ofrecen en jícaras elaboradas
en Temalacatzingo, Guerrero. Asimismo cada barrio se organiza para preparar
comida y lo comparte a la gente que los acompaña en algún lugar del atrio donde
se genera un ambiente de convivencia familiar.
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