Rodrigo Garcia Rangel
Por muchos años el periodista Jacobo Zabludowky mencionó que su pulquería Las mulas de siempre se habría llamado anteriormente El tecolote.
"No sé si Álvaro González Mariscal -tan cercano al Presidente López Mateos- dejó escritas sus Memorias. Pero estoy cierto de que soy el último sobreviviente de "Las Mulas de Siempre!" Jajaja. Era una pulquería que estaba en Ribera de San Cosme. Se llamaba "El Tecolote". Se la compramos al pulquero...
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Me tocó llevar a Don Indalecio Prieto y a Nemesio García Naranjo. Pasé por ellos. Llegamos. Ahí estaba un viejo parroquiano en lo suyo. Nos rodeaban los "tornillos" y las "cacarizas". También las "chivas". ¡No vayas a confundirlas con el whisky! ¡El Chivas Regal! Pon mejor "chivos". Y había "camiones". Hablo de tarros para beberlo. Eran de "vidrio prensado". Se vaciaba en un molde. Y como salían tenían nombre. Los de espiral "tornillo".
Hasta hace poco, no se tenía ninguna pista sobre lo dicho por Jacobo con respecto al nombre anterior de la pulquería. Se pensaba que era mentira, pues lo único que existía era una litografía del siglo XIX donde se apreciaba a la pulquería con el nombre de El salón de las bellas; pero las cosas cambiaron.
Mientras Alejandro Juaréz ordenaba la biblioteca de su madre, para su sorpresa, encontró una postal de la pulquería El salón del tecolote. La postal indicaba tener la misma ubicación que El salón de las bellas.
Con esta evidencia el asunto queda aclarador: la pulquería tuvo tres nombres. En un principio se llamó El salón de las bellas, posteriormente El salón del tecolote, y finalmente Las mulas de siempre hasta su desaparición